lunes, 21 de octubre de 2013

La Masonería, explicada con manzanitas

¿Qué es la masonería? Wikipedia nos dice que:

"La francmasonería o masonería se define a sí misma como una institución discreta de carácter iniciático, no religiosa, filantrópica, simbólica y filosófica fundada en un sentimiento de fraternidad. Tiene como objetivo la búsqueda de la verdad y fomentar el desarrollo social y moral del ser humano, además del progreso social."

Masonería resulta ser un concepto complejo y hasta cierto punto abstracto. En palabras sencillas, la masonería es construirse a sí mismo, a la humanidad y alcanzar conocimientos superiores. ¿Qué clase de conocimientos?  dirá usted. Creo que ahí es donde empieza el principal punto de controversia.

Vamos por partes.

Una de las primeras experiencias en la vida de un masón es darse cuenta de que forma parte de un todo, llámese sociedad en general, el mundo, el universo, y por supuesto, sobre todo en ciertos ritos como el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, de la obra del Gran Arquitecto del Universo: Dios.

La Masonería, como tal vista desde ese punto de vista, busca el mejoramiento de la obra, empezando por uno mismo. Un masón adquiere el compromiso de volverse una persona ante todo moral, virtuosa. Se pretenden desterrar los vicios de la vida y como resultado, arrojar a la gran familia humana personas mejores. Para esto la metodología es el estudio de la simbología. Digamos por ejemplo, que usted es cocinero. Imaginemos una logia donde el símbolo principal es una olla. A esta olla se le asignará un valor moral, digamos, la paciencia. Dado que la acción del fuego, la paciencia, el amor y la pericia nos darán como resultado un platillo delicioso, cada vez que usted vea una olla va a recordar que debe conducirse con paciencia, dedicación y amor a lo que hace. La Masonería utiliza los símbolos de la construcción, y esto lo hace en gran parte por su origen histórico, desde los gremios de constructores de la edad media, y aún antes, ya que se dice que el conocimiento de  la masonería es tan antiguo que se pierde en la noche de los tiempos. En concreto, la escuadra y el compás, simbolizan, entre otras muchas cosas, la rectitud y la libertad. El resultado es que, mediante el estudio, de estos símbolos y de muchos otros poco a poco se van integrando a la vida del masón todos estos valores. Como la masonería requiere de mucha constancia y consistencia, este estudio debe ser tenaz para tener los resultados esperados y por supuesto, trascender la teoría hacia la práctica. Por medio de las herramientas simbólicas Ud. va a darse cuenta que empieza a ver el mundo de una manera diferente ¿No es así como ocurre con cualquier disciplina? Es típico del estudiante de comunicación mirar una película y analizar los movimientos de cámara, el guión...

Los contenidos del estudio masónico provienen de la enseñanza iniciática. Son muy antiguos, tanto que en algún punto, los antecedentes comunes dieron origen tanto a la Orden, como a otros movimientos religiosos. Esta es una de las particularidades más interesantes de la masonería. ¿Es una religión? en definitiva no. Digamos, cada religión es como un pastel. Cada uno tiene diferentes sabores. Bueno, la masonería se trata de estudiar la harina. Por esta razón, admitimos todos los credos y se respetan todas las visiones que nuestros miembros tengan de la divinidad, porque se reconoce un ser superior o causa última y se le estudia paulatinamente. De hecho, en muchas ocasiones, la masonería ha llevado a sus miembros a acercarse más a su propia religión, al ponerse más en contacto con su espiritualidad.

¿Qué hacen los masones?

Básicamente, dos cosas. La primera, asisten a las reuniones en el templo, participan de un ritual o tenida que algunos pueden encontrar similar a los de la religión. La finalidad de este ritual es dedicar a la divinidad los trabajos y potenciar y organizar el trabajo intelectual. Antes de cada tenida se debe estar preparado con lecturas, y con trabajos escritos, que serán compartidos y discutidos.  La segunda, como dije anteriormente, es poner los conocimientos en práctica. No vaya Ud. a hablar de la caridad si va a voltear la mirada ante el necesitado. Vamos a reconocer al verdadero masón del sujeto al que admitieron erróneamente a la fraternidad por su integridad. Por esta razón a lo largo de la historia hay ejemplos de cómo masones han tomado la determinación de hacer algo por su entorno, creado movimientos, hecho revoluciones congruentes con sus ideales, emprender obras de caridad a todas escalas, o llevar sus potencialidades al máximo, convirtiéndose en máximos exponentes en su campo. Pero esto no significa que dentro de una logia se van a gestar conspiraciones, más bien, son los propios masones con o sin ayuda de sus hermanos, con o sin la participación de no masones, van a buscar realizar aquello que consideran que mejorará su sociedad.

Gran parte de los mitos que se han creado alrededor de la orden parten de este punto, ya que lo que hace el masón en el mundo, como nosotros lo llamamos "profano" (ajeno a la masonería) puede confundirse fácilmente con la masonería. Pensar en un salón lleno de gente deliberando cómo va a derrocar un gobierno es romántico y entretenido, pero no es realmente el propósito. Claro que no se puede descartar la posibilidad de que por circunstancias de hecho halla masones que lo hagan, pero en dado caso no están haciendo masonería. ¿Porque hay masones que se ven envueltos en escándalos públicos? La única respuesta es: porque no hacen lo que deben. Si Ud. va a un taller pensando en que va a participar de una gran conspiración, en la mayoría de los casos se va a llevar un chasco.

La masonería, aunque tiene su dimensión social e institucional no debe pensarse como si fuera un club, o una red. Más bien como una escuela, una forma de pensar, una doctrina, una filosofía de vida. De hecho, cuando se habla de la fraternidad, tiene más qué ver con el reconocimiento, el respeto y la ayuda que se deben los miembros; pero ya como organismo va a encontrar que existen numerosos ritos, corrientes y grandes Orientes. No es lo mismo el Rito Francés, que el Rito Zinnendorf. Es como pensar en escuelas o universidades que pueden o no trabajar en conjunto, pero todos se dedican al estudio de lo mismo.

¿Están peleadas la religión y la masonería?

La masonería no tiene problemas con ninguna religión, pero hay religiones que sí han satanizado y penalizado la masonería. Es un hecho muy curioso, porque aún en la iglesia católica hay queridos hermanos que la compaginan perfectamente. Algunos han sido papas. Hay qué decirlo: si no la religión, sí algunas instituciones religiosas no están muy cómodas con una de las principales directrices de la Orden, que es la libertad de pensamiento. Con el respeto que debemos a la religión, hay qué reconocer que se trata de agendas personales de ciertas personas que no tienen nada que ver con la doctrina que muchos profesan, ni con la validez de sus creencias.

¿La masonería es exclusiva?

Totalmente, pero no en el sentido de tráfico de influencias. Para soltarle el conocimiento iniciático, un candidato debe ser libre, estar abierto a nuevas ideas; ante una iniciación una persona que no se encuentra receptiva antes de entender el mensaje puede asustarse de lo que no conoce y malinterpretarlo todo. Debe ser de buenas costumbres, ser buena persona; precisamente porque una vez dentro se le va a considerar como verdadero hermano, y ¡qué penoso es que se ostente como masón una persona viciosa, llena de ambición! Además de esto, necesita ciertas características de tipo intelectual, más que nada para que le sea provechosa la masonería. Si no, ¿de qué le serviría ser masón a alguien que no se compromete, no será constante o no le gusta estudiar? ¿Para qué admitir a alguien que lo va a dejar al poco tiempo? Ahora resulta fácil entender porqué un día alguien le abrió las puertas a W.A. Mozart.

Para finalizar, la masonería es en primera instancia una tarea individual. Veáse como una cadena, cada eslabón debe ser fuerte como los demás. Cada piedra en la construcción ser pulida hasta su perfección, así tome una vida. Una vez que se extiende esto, es que se está listo para erigir catedrales en bien de la humanidad.


martes, 24 de septiembre de 2013

Aprendizaje simbólico

[El hombre es un animal simbólico], es decir, que nos diferenciamos de las otras especies por la capacidad de manejar símbolos como por ejemplo el lenguaje” -Fernando Savater, citado en Aprendizaje simbólico por Oscar Correa Miranda

Estás en Japón y tus órganos vitales te indican que de no encontrar un sanitario, podría ocurrir una catástrofe. No hablas el idioma. En medio de la desesperación encuentras un letrero azul y al centro una figura humana en abstracto. En otro letrero la misma figura, de sexo opuesto. En el instante en que miras esa imagen sabes que tus problemas se han solucionado.

Este es el funcionamiento del símbolo. A un sólo golpe de vista un conjunto de elementos gráficos (líneas, formas, colores) que representan, una idea compleja. Si en un templo masónico se sustituyeran los símbolos por sus equivalentes, digamos, escritos, tendríamos los muros repletos de palabras y párrafos.

Entre las dudas más comunes de un recién iniciado está la metodología masónica de aprendizaje. La logia azul trabaja con símbolos. Cuando las enseñanzas masónicas se empaquetan en contenedores accesibles y manejables, se potencia la profundidad que puede alcanzar el cerebro humano por medio de asociaciones sucesivas. El estudio de los símbolos es como organizar una mudanza. Se van poniendo las ideas organizadas en cajas que contienen cajas. Las ideas se multiplican. Con el tiempo y el trabajo, el mecanismo está listo para activarse cada vez que el símbolo se presenta. La escuadra, el compás, el martillo, el cincel, la piedra, las columnas, el pavimento, empiezan a significar y la mente a entender, y con esto incentivar otra serie de procesos mentales.

Pero lo más importante de todo es la constancia. En clase de música te enseñan que si la nota está en la primer línea, es mi. Si está en el primer espacio, fa; y así sucesivamente. Muchos ya lo sabemos, sin embargo, igual que como aprendimos a leer, sólo con el estudio constante se puede ser capaz de Leerla y cantarla o tocar a primera vista.

QQ:.H:. los invito a que me acompañen a aprender masonería.

Es cuánto.

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Referencia:


sábado, 21 de septiembre de 2013

La gimnasia y la magnesia

Uno de los errores más comunes es confundir la institución masónica, a los masones y a la masonería. Al entrar a una logia y encontrarse con un sinnúmero de situaciones puede llegar a despistar al neófito, al cual se le prometió progreso, virtud y crecimiento. Y no le ocurre. No hay milagro.

Este neófito se va y hace un blog mofándose de los rituales, de los hermanos; pasando por alto los juramentos, decepcionado de la conducta de sus hermanos, o de la manera a veces despótica o burocrática de algunos cuerpos masónicos. Va por la vida diciendo, soy o fui masón, no es la gran cosa. Una piedra se perdió, tal vez. Quizá hasta se quedó; quizá todavía siga asistiendo a las tenidas gracias a una inexplicable inercia.

Es difícil separar al hermano que no ha sido tan entregado a pulir su piedra bruta, de la masonería; distinguir un taller mal dirigido de la masonería; incluso algunos de los landmarks llegan a desviar sobre el verdadero propósito de la orden.

Porque la masonería como organización, está sujeta a los mismos vicios de otras instituciones, porque está aún empapada de profeneidad. Y el masón, es una sola célula de ella. Ambas partes están dedicadas en mayor o menor grado a contener la escencia, el algo al que aspira y aspiramos todos los que estamos aquí.

Por eso se insiste, ni el templo, ni los hermanos, ni los grandes orientes son la masonería, sino meros vehículos de ésta. Gracias a ellos sobrevive el conocimiento iniciático, pero el trabajo del masón es aprenderla y preservarla. La iniciación, si bien marca un antes y después, no es el regalo de la masonería, nada más alejado de la realidad; sino la oportunidad de trabajar para llegar, no sin gran esfuerzo, a conocerla.

Hermano, se te ha abierto la puerta, pero de tí depende cruzarla.

Es cuánto.




M:. M:. Shelley Valdés Herrera

viernes, 20 de septiembre de 2013

La piedra Bruta, El León de Nemea

La limpidez del alba despeja las tinieblas y ya Hércules camina bajo el radioso sol griego que se quiebra en la blanca roca y tiñe de tonos violáceos las sombras.

El Titán embriagado de luz y horizontes va a medirse con el León de Nemea, bestia feroz, devoradora de hombres y ganado, que se oculta en el bosque de la Argólida.

Ya el héroe se aproxima, y cuando bordea el boscaje, todo: Luz, aire, llanuras y montes pierden de cuajo su armonía placida.

Tan solo el asentar la planta en la hosca espesura hace sentir, sin transición, un frío súbito, que cala hasta la médula, como el de la alta cordillera al tiempo del ocaso. Atrás queda el día exuberante de colores y aromas, Hércules ya se interna en la maraña espesa, en el matorral húmedo, de espinas cáusticas, entorno fétido y pegajoso.

La agreste floresta, la maleza se ha dejado crecer hasta conformar añosos y defectuosos árboles, casi imposibles de desarraigar, símbolo del pequeño defecto que nos toleramos en el pasado, y ahora, desmesurado, nos plasta y agobia innecesariamente.

Ese bosque verdinegro y siniestro es la representación palpitante de tu naturaleza obscura. Es la maraña ponzoñosa y espesa de aquella parte no cincelada de tu piedra bruta, el acicate de todo pensamiento y acción innoble.

Esa espesura amenazadora se nutre de todo pensamiento torvo, desequilibrado, descompasado e involutivo, alimento permanente que torna al bosque en eterno y al león de Nemea en casi invencible. Hércules hace un parangón entre ese bosque y su persona, y se dice: ¿Esa enredada selva representa mis propias entrañas? ¿De qué materia estoy hecho? ¿Porqué es preciso que dependa de mi piedra bruta y vil para ascender espiritualmente? ¿Porqué debo modificarla sin sentir repugnancia por su aspecto duro, insoluble, su olor infecto, su coloración negra y sus jirones sórdidos? ¿Porqué ésta, mi materia, aún tan imperfecta, es el material reservado por la Divinidad para sus elegidos? ¿Porqué en su basto y torpe contenido, efectivamente encuentro todo lo que desean hallar los filósofos? ¿Porqué esta masa informe hecha de tinieblas y de luz, de mal y de bien, mezclados en la peor de las confusiones que aparentemente nada contiene, encuentro los medios de mi propia superación?

Hércules avistó a la fiera pronta a saltar sobre él. Sintió intuitivamente que ese bruto representaba lo perverso que anida en todo hombre. Es lo instintivo. Es la irrupción de las ambiciones injustas y atropelladoras, es la fuerza ancestral no domeñada, que tuerce el accionar de las personas y las prende a sus sentidos inferiores.

Cada ser humano lleva agazapada dentro de sí la fiera de Nemea, y mientras no lo acepte y asuma, no podrá realizar un trabajo de limpieza ética y espiritual en sí mismo, pues ese monstruo le exige ser alimentado con permanentes sensaciones fuertes y negativas, que le obligan a generarlas, una y otra vez, cuando se ha dejado subyugar por ese poder tiránico.

Hércules tiende su mano hacia su carcaj, y dispara sus certeras saetas, que rasgando el aire, dan de pleno en el pelaje del León de Nemea, más rozando esa piel, los dardos ruedan al suelo. Seguidamente blande su pesada maza y la descarga sobre la soberbia cabeza del león, la clava se disgrega en mil pedazos.

Ninguna arma es suficiente. Quien espera encontrar esa fuerza liberadora fuera de sí, da más impulso a la fiereza y poder de la bestia.

Por otra parte, quien neciamente disipa su fuerza en el placer vano y emaciador, divide y debilita sus energías y no puede desalojar sus actos errados.

Hércules vence al León de Nemea en la única forma posible, le estrecha y estrangula con sus manos, privándole de su aire nauseabundo.

El iniciado también ha de cortar de raíz el fluir emocional y mental descompasados que le avasallan, y le hacen conocer la ansiedad y el dolor de saberse incapaz de acciones nobles y enaltecidas. Al liberarse el Héroe del dominio de sus sentidos y alcanzar la ausencia de deseos incontrolados, sobrepasa lo postizo y la artificial atracción retentiva y paralizadora de lo inferior, comprendiendo que existe un mundo diverso, digno de conocerse mediante una superior percepción. El luchador que hay en nosotros ha vencido la bestia interior, que se ha diluido para reaparecer en la forma de la Hidra de Lerma….


“Aquí está mi piedra, bruta e imperfecta.
Aquí estoy yo, llena de vicios e ignorante
Estoy delante de vosotros, mis hermanos.
Os pido vuestras luces para seguir trabajando.”


Es cuánto.
Apr.·. Mas.·. Tacos
Fuentes Varias.